SIERRA DE HORNACHUELOS
Alcornoque
El alcornoque es un árbol grande que puede alcanzar los 25 m, tiene una copa amplia y redondeada y su corteza es el corcho. Si se le extrae deja ver un tronco rojizo que se va oscureciendo poco a poco. Las hojas son simples, persistentes, alternas, ovaladas o redondeadas, de haz verde oscuro, envés blanquecino y de margen entero o en picos suaves que no pinchan como en la encina. Las flores salen en pedúnculos colgantes y amarillentos en primavera (amentos). Las bellotas suelen ser amargas y tienen un cascabillo con escamas salientes y blandas. Es un árbol típicamente mediterráneo que forma bosques o aparece mezclado con otras especies de ecología similar. Crece desde el nivel del mar hasta los 1000 m aproximadamente, siempre que los suelos sean ácidos o desprovistos de cal. Necesita algo más de humedad que la encina y soporta peor las heladas. Habita en el occidente de la región mediterránea. En la Península se distribuye principalmente por el cuadrante suroccidental, con sus mejores poblaciones en el centro y sur de Portugal. Viven entre 150 y 250 años aunque hay alcornoques datados de más de quinientos años. Quercus era el nombre romano de los robles en general y de su madera, y por extensión de todos los árboles que producen bellota. La bellota es usada por una amplia variedad de animales para alimentarse, desde no migratorios hasta las grullas en invierno. El origen del vocablo es celta y significa ‘árbol hermoso’. La principal utilidad del alcornoque es la de su corteza externa o corcho, usado para multitud de fines, desde tapones y aislantes de todo tipo hasta la confección de ropa y calzado. Se trata de una importante alternativa económica en muchas áreas rurales con explotaciones corcheras.