FLORA IBÉRICA 

Cardo Borriquero

El cardo mariano o cardo borriquero (Silybum marianum) es el cardo por excelencia. Se trata de una hierba anual o bienal muy vigorosa, que puede alcanzar los dos metros de altura y ser dominante en los cardizales donde se instala. Tiene hojas rígidas con un característico retículo blanco marmóreo en el anverso, muy grandes las de la roseta basal y amplexicaules las de la parte alta del tallo, todas ellas lobuladas y con cada lóbulo terminado en una espina más o menos punzante. Son también muy característicos sus capítulos como alcachofas, con flores purpúreas, que aparecen a principio de verano. Cada una de las brácteas del involucro de este capítulo termina en un apéndice triangular, curvado hacia el exterior, agudo y rígido, especialmente vulnerable. Su flor aparece en los meses cálidos, con la llegada de la primavera y hasta mediados de verano. El cardo mariano crece en terrenos alterados por el hombre o sus animales domésticos, cuyos suelos sean profundos, nitrogenados y no demasiado secos. Los frutos molidos del cardo mariano y sus hojas recortadas para sacar las espinas tienen tradición de uso en herboristería. Esta especie tiene su origen en el Mediterráneo y en Asia menor, aunque actualmente está más extendida. Dada su larga lista de propiedades, el cardo mariano se usa como remedio natural en el tratamiento de una gran amplitud de dolencias: empachos e intoxicaciones, tratamiento de la hepatitis, cirrosis u otros daños en el hígado, alergias estacionales, reducir los niveles de azúcar en sangre, tiene propiedades antiinflamatorias y diuréticas, olores de la menstruación y posee propiedades antiinflamatorias y diuréticas.