REPTILES
Culebra Bastarda
La culebra bastarda es la mayor de la Península y de Europa. Puede llegar a medir 240 cm, si bien las hembras son más pequeñas. Su cabeza es alargada y tiene el hocico puntiagudo, con una depresión entre los ojos y los orificios nasales. Las escamas sobre los ojos son prominentes, y las dorsales son puntiagudas con un pequeño surco longitudinal en el centro. Su cola es larga y delgada. El color de los adultos varía entre el gris claro, el pardo o el verde oliva. En los machos adultos y en ejemplares viejos la zona anterior del cuerpo toma una coloración gris oscura conocida como «silla de montar». El vientre suele ser amarillento o blancuzco. Le gusta el calor y ocupa principalmente la zona mediterránea, pero en la meseta puede vérsela hasta los 1.500 metros de altitud. En la Península Ibérica sólo falta en la Cornisa Cantábrica y en los valles de los Pirineos. Ocupa principalmente los ambientes soleados, las zonas abiertas o de matorral o bosque, zonas rurales, cultivos… Es de costumbres diurnas y se desplaza a gran velocidad. La cópula tiene lugar en abril o mayo, y dará como resultado un número de huevos variable que dependerá en última instancia del tamaño de la hembra. Los huevos eclosionan en agosto o septiembre. En octubre y hasta marzo la culebra bastarda hiberna. Sus presas son insectos: lagartijas, lagartos y otras culebras, así como roedores y otros pequeños mamíferos y pollos de pequeños pájaros. Es agresiva y si es molestada se erguirá como una cobra y hará notar su enfado con un siseo penetrante. Su veneno, de efectos locales, es inoculado por unos colmillos posteriores que sólo llegan a morder cuando su presa ya está bastante dentro de su boca, por lo que su mordedura, aunque puede ser dolorosa, no es peligrosa para el hombre.