FLORA IBÉRICA 

Estepa Blanca

La estepa blanca o jara blanca procede del oeste de la Región Mediterránea, sobre todo de la Península Ibérica. Es un pequeño arbusto o una mata de hoja perenne, de 40 a 100 cm de altura, erecto. Las hojas son opuestas, simples, ovadas o elípticas, sésiles, densamente tomentosas, blandas, muy suaves al tacto, con los nervios prominentes por el envés, hacen entre 1,5 y 6,5 cm de largo y son de color verde claro o blanquecino. Florece entre los meses de mayo y junio, con las flores de color rosa púrpura, de 4 a 5 cm de diámetro, dispuestas en cimas umbeliformes de 3 a 8 flores. Los frutos son cápsulas pardas, de 7 a 13 mm de largo, que, al abrirse en la madurez, proyectan las semillas que contienen. Vive en pinares y matorrales mediterráneos, a menudo en suelos muy degradados, y está muy adaptada a terrenos secos y soleados. Se usa tanto en restauración paisajística, en taludes muy secos y pobres, y en jardinería de bajo mantenimiento por el valor ornamental de sus flores rosadas y de su follaje blanquecino. Es atractiva para los himenópteros.