SIERRA DE HORNACHUELOS

Madroño

Este árbol frutal es una especie autóctona de la península ibérica. Arbutus unedo es el nombre científico que recibe el popular madroño, un árbol frutal perteneciente a la familia de las ericáceas. Se trata de un árbol que puede crecer tanto en zonas costeras como en el interior, siempre que el frío no sea intenso. Se trata de una especie de árbol que no suele superar los siete metros de altura. El madroño posee un tronco rojizo, una corteza con escamas en tonos grisáceos y, en sus ramas, crecen unas flores urceoladas similares a las de los brezos en otoño. Es un árbol de hoja perenne de colores verdes que destacan por su brillo y que, durante el otoño, adquieren tonos rojizos. Esta especie de árbol puede crecer tanto de forma natural, en bosques mixtos o laderas de encinares, como planta de jardín, al ser una especie que se adapta a cualquier tipo de terreno. Lo normal, en suelos silíceos y zonas soleadas con poco viento. Una de las características más relevantes de este frutal es la rapidez de su crecimiento tras un incendio. Y es que esta especie arbórea rebrota con facilidad y con unas llamativas hojas verdes que lo convierten en un símbolo de inmortalidad. Tarda en madurar cerca de un año y pasa de colores amarillos al rojo intenso que anuncia su madurez. Algo que ocurre en otoño. El madroño es un fruto que sirve como alimento de perdices, jabalíes y martas. Además, este fruto también es apto para consumo humano y son muchos los usos que tiene en nuestra gastronomía: mermeladas, confituras, conservas e incluso suele aprovecharse para obtener bebidas alcohólicas por fermentación como, por ejemplo, el «licor de madroño».Este fruto posee antioxidantes que suelen utilizarse en el tratamiento y prevención de enfermedades cardiovasculares. Entre sus beneficios destacan sus propiedades antiinflamatorias y diuréticas. Además de para la alimentación, otro de los usos más comunes del madroño es para la decoración debido a su belleza y colorido.