ANFIBIOS
Sapo Partero Ibérico
El sapo partero ibérico es una especie de sapo endémica de la Península Ibérica de tamaño pequeño (menos de 5 cm), piel rugosa de aspecto muy rechoncho, cabeza redondeada y hocico fino. Sus ojos, de disposición lateral, son prominentes, y el iris adopta colores negros y dorados. La coloración de su zona dorsal es terrosa, con manchas verdes o amarillentas, aunque se han encontrado ejemplares albinos en adultos y larvas. En esta especie de sapo existe poco dimorfismo sexual, siendo las hembras algo más grandes que los machos. Está presente en bosques mediterráneos de encinas y alcornoques, y se reproduce en las aguas temporales. Su distribución se reparte sobre la península en su zona central y en el sudoeste, llegando hasta la zona interior de Portugal. Es un depredador de animales invertebrados terrestres, que se alimenta sobre todo de hormigas. Sus hábitos son principalmente crepusculares y nocturnos, destacando la actividad otoñal en una parte importante de la zona central y oriental. En las zonas costeras y al norte, su presencia y actividad es más variable. Los adultos se muestran activos en la superficie dependiendo de la temperatura y la humedad. Su reproducción depende mucho del clima y las condiciones del entorno, y varía según la zona geográfica. Su apareamiento se realiza en tierra con un comportamiento un tanto complejo. El canto de apareamiento del macho es un silbido corto que suena como la vocal “U”. Los cuidados de los huevos provienen del padre, que carga con los huevos en tierra durante un mes, llevándolos en sus patas traseras. Cuando los huevos están desarrollados, el macho entra en el agua y los suelta, para que se produzca la eclosión de los renacuajos. La principal amenaza del sapo partero ibérico es la pérdida de hábitat de bosque mediterráneo y la contaminación del agua en la que se desarrollan las larvas. La introducción de peces y cangrejos también amenaza la supervivencia de las larvas.